domingo, 25 de noviembre de 2007

Mi amiga Monse

Hace un tiempo atrás escribí una especie de homenaje a mi amiga Coté, la única que logró que ya no odie los malls y me volviera una mina fashion glamorosa.

Pero ahora hablaré de otra amiga mía. Si la Cote se ganó algo así como "el premio revelación", pa la Monse sería algo así como "el premio a la trayectoria".

El otro día nos juntamos después de meses sin vernos, y entre la chorrillana, la chela negra y la conversación, fue inevitable que por mi cabeza pasaran imágenes de recuerdos, igual que en esos monitos japoneses cuando muestran puros momentos felices e importantes.

Sobran los motivos para este ataque de melancolía, y serían los sgtes:

1. No siempre hemos sigo amiguis-yuntas, pero nos conocemos desde 1º básico y nunca hemos perdido el contacto. Es decir, hemos compartido 18 años juntas, incluyendo el año que también fuimos compañeras de U en Periodismo.

2. También me acordé de esos momentos ñoños, como cuando del colegio nos mandaban a unos concursos de ortografía que organizaban los del Rotary Club en Valparaíso, o cuando nos hacían aprendernos de memoria unas preguntas pa un concurso súper religioso que hacían en el mes del colegio, sobre todos los santos y la virgen y esas cosas. Como que siempre nos tuvieron fe pa que representáramos al colegio en todas partes.

3. Las 2 estuvimos en el taller de teatro del colegio en la Ed. Media y cuando hicieron la 1ª prueba de actuación, ensayamos juntas.

4. En 8º básico, cuando estaba todo el auge del funk, estábamos horas hablando de ese estilo, de los Red Hot, Chancho en Piedra y otros grupos. En ese tiempo no había youtube y casi nadie tenía cable, así que obligadas a ver los videos en Más Música u otros programas de ese estilo que daban el fin de semana. De hecho, el otro día bajé el One Hot Minute en MP3 y era tooo el rato acordarme de ella.

5. También nos dio por escuchar Faith No More y Soundgarden, grupos que todavía idolatramos.

6. Ambas estábamos en el taller de Literatura del colegio, aunque debo reconocer que ella es mucho más talentosa y hasta mandó cuentos a concursos. A mí me alcanzaba pa escribir cosas en el diario mural no más.

7. Todavía se acuerda de mi vestido de la fiesta de graduación y yo me acuerdo de su vestido. De mis demás ex compañeras, con suerte me acuerdo del nombre.

8. El único año que estuvimos juntas en la U hicimos juntas todos los trabajos grupales y hasta carretéabamos juntas en el Roma.

9. Es la única amiga que conoce a todos mis pololos importantes. Incluso al nivel de salir los 3, con mi pololo y ella, cosa que no sé si haría con otra mina.

10. Cuando mi actual pololo recién estaba aprendiendo a manejar (por ahí por el 2000), casi nos morimos, porque el lindo, de puro buena onda, la fue a dejar a la casa en el auto del papá. Entre la curadera y la poca experiencia se le ocurrió adelantar a una micro en una subida y casi chocamos con la micro que venía en sentido contrario. Del puro susto alcanzamos a decirnos que había sido un gusto conocernos. Menos mal que quedamos vivas, y con el auto de mi suegro en buenas condiciones.

11. Yo creo que ha estado en casi todos mis cumpleaños a los que la he invitado, pese a que su hermano está de cumple el mismo día. Aún me acuerdo de esa vez que me dijo en el Leo Bar que le gustaba Bono (el de U2) porque le encontraba "una nariz fálica" ... jajaja, nadie puede!!!

12. Conozco casi todos los deptos. en los que ha vivido. Y eso que se vive cambiando ...

13. Es una mina re interesante, casi una enciclopedia ambulante del cine y la literatura. Podemos hablar de todo, desde lo más profundo hasta lo más liviano o absurdo, como los personajes de la antigua SCA.

14. Debe ser la única amiga que sabe absolutamente todo de mí, en términos familiares, emocionales y psicosociales. Con ella siento que soy absolutamente yo, y eso que me cuesta contar mis problemas. Incluso no es necesario que le cuente todo, porque tiene una capacidad de reflexión y análisis impresionante, casi psicoanalítico.

15. Todavía me acuerdo que éramos las más buenas pa comer del curso. No somos pa ná gordas, pero cuando en el colegio celebraban todos los cumpleaños del semestre un papá regalaba una torta con manjar, y era tan hostigosa que nadie se comía el pedazo entero, excepto nosotras que nos devorábamos todos los restos que dejaban las demás. También me acuerdo de una vez que nos comimos un paquete gigante de papas fritas entre las 2 o cuando hicimos completos acá en la casa, mientras estábamos viendo "Crash, extraños placeres" (la de David Cronenberg) en video y justo llegaron mis papás. Tuvimos que sacar la cinta del video, porque era obvio que pa mis papás (y pa cualquier papá) era porno estar mirando una película sobre un grupo de gente que se calienta con los accidentes de autos, y otras cosas "inapropiadas" para las niñas de la edad que teníamos en ese entonces (como 15).

16. Nos íbamos a tomar unas chelas en la tarde a un local de Chacabuco o al Roma y llegábamos en la noche a mi casa, arriba de la pelota. Y nos poníamos a cantar Angra o Fugees. O canciones de nuestro placer culpable, Ricardo Montaner.

17. Mientras su sueño es estudiar cine, el mío es cantar profesionalmente o más allá de los cumpleaños o carretes. Cuando nos juntamos, soñamos juntas y nos contamos nuestros planes y visiones de la vida, muchas veces coincidentes. Como eso de no tener hijos hasta que nos autorrealicemos profesional y personalmente.

18. Hasta el día de hoy nos juntamos a conversar y a comer comida chatarra, con sus buenos shop.

Debo reconocer que ese día de nuestro reencuentro las horas se me pasaron volando ...

domingo, 18 de noviembre de 2007

Los médicos

Más de algún "estimado contertulio, dignísimo conciliábulo o guapísima contumelia" (como diría Patito Pimienta) se habrá preguntado por qué después de mi productivo bloggero mes de octubre, anduve tantos días desaparecida del ciberespacio.

Lo que pasa es que anduve pituteando para la misma consultora de Stgo. en la que trabajé en Agosto, aunque estaba vez me quedé en la V Región.

Mis entrevistados fueron nada menos que aquellos personajes admirados, envidiados y eternamente necesarios en nuestra vida. No me refiero a los futbolistas ni a los dueños de bares o botillerías. Estoy hablando de los médicos.

Todos hemos tenido contacto con algunos más de una vez, como pacientes, desde que nacemos. De hecho a mí me han operado 2 veces y me tengo que controlar cada cierto tiempo, así que algo los conozco. Aunque mi encuentro semanal más cercano ha sido a través de mi seguimiento incondicional de todas las temporadas de Dr. House y Nip/Tuck. Porque es distinto ir de paciente, a una atención profesional, que a entrevistarlos respecto a su opinión de temas específicos, ya que generalmente ahí terminan "mostrando la hilacha".

Cuando fui a la capacitación para hacer el estudio, la psicóloga que hace los análisis de contenido e informes de las entrevistas, nos advirtió que nos enfrentaríamos a un gremio bastante cohesionado, quisquilloso, arrogante, casi intocable y todas esas cosas. Poco menos que si querían nos iban a negar las respuestas o nos tramitarían demasiado para todo ...

Para variar, me pasó todo lo contrario, los 12 médicos que conocí tuvieron bastante disponibilidad y ganas de colaborar ... aunque había que pagarles a todos ... lo más cierto es eso que no mueven un dedo si no hay plata. Pero en lo demás no me puedo quejar.

Eso sí, me encontré con varios personajes disímiles y pintorescos. Si los tuviera que clasificar, diría que conocí a:

1. El ginecólogo sin filtro: Una mezcla entre Benny (el de "Enchufa, enchufa") y Daniel Vilches. Cada 10 palabras decía un garabato (que obviamente tuve que editar al momento de transcribir). Era tan "especial" que hasta inventaba palabras, como "pencófilo" o "lentófilo". Todo un académico de la lengua ... y más encima patudo, me dejó invitada a su consulta y me trató todo el rato de "flaca". Jura de guata que voy a volver, a verlo a él seguro, "en tu mente", jajaja.

2. El traumatólogo erudito: Hablaba con puras terminologías médicas. Hasta metía frases y palabras en latín, fue una conversación bastante elevada en contraste con la anterior. Casi tuve que meterme a wikipedia pa entender la mitad de lo que decía.

3. El cirujano infantil con vocación: Un viejito bastante amoroso, de esos que los ves y piensas "si yo tuviera un hijo enfermo, se lo traigo altiro, sin dudar". Era tan buena onda que fue a su consulta pa puro responderme la entrevista. Punto aparte era la secretaria, que reclamaba por todo, era como "pitufa gruñona".

4. El cardiólogo seductor: Me pasó que lo vi y pensé "¿qué le vio mi amiga que se metió con él?". Porque lo encontré viejo, pelado, canoso y negro. Pero a medida que íbamos conversando me di cuenta (aunque no es de mi gusto) que su acento extranjero (de no se qué país de Sudamérica) le da un toque especial de seducción. Además como que expele feromonas en cantidades industriales. Si tuviera que relacionarlo con una canción, sería "Love is in the air" ... usará Axe? jajaja.

5. El doctor viejito desconfiado: Al principio no me quería dar la entrevista. Tenía unos rasgos medio paranoides, me decía que no iba a contestar nada porque no sabía que harían con sus respuestas, que no le gustaba usar grabadora, que prefería que yo escribiera todo lo que él decía (era una larga entrevista en profundidad, todavía estaría metida en su consulta escribiendo), que quizás en qué se iba a meter por mi culpa, que no me conocía y no podía confiar en mí, que si yo mandaba la información a mi empresa quizás que harían porque yo no tenía idea de lo que pasaba después que mandaba las transcripciones; y una larga lista de complots contra él y los médicos de Chile.

Poniendo a prueba mis habilidades de persuación, lo terminé convenciendo y me respondió todo!!! Al final reconocío que era jodido y quisquilloso. Lo conquisté diciéndole que para mí "nada es imposible" (pasada a frase de Nike o no sé que marca deportiva) y contándole que había nacido en el Hospital Deformes, que ya no existe (porque ahora está el Congreso ahí), ya que él trabajaba ahí antes.

6. El autorreferente: Ese que te responde la pregunta y de a poco se empieza a desviar del tema, contándote su vida, su experiencia y su filosofía de la existencia humana. Con frases como "es que MIMIMIYOYOYO trabajé tantos años en el Fricke", "porque YO estuve en Estados Unidos", "YO pienso que en Chile las visitas al hospital son una especie de penitencia o actividad social". Y así, puros "YO opino", "YO pienso", "porque a MÍ me pasó ...", etc.

7. El urólogo con papa en la boca: No podía ser más cuico pa hablar. Además era multifuncional, mientras me hablaba revisaba su notebook, mandaba mensajes multimedia, se cortaba las uñas y pensaba en la vacuna contra el cáncer. La verdad es que sólo ocupaba el computador, pero no me extrañaría que pudiera hacer todo lo demás, sin desconcentrarse, "repetir ni equivocarse". Después descubrí, leyendo esas revistas "In Vitro", que son de médicos y abundan en las consultas, que era Presidente de un reputado centro médico de la región. Ahí entendí lo polifuncional y ABC1 que era.

8. El clon de Dr. House mezclado con Bonvallet: Se creía el tipo más interesante del mundo y que por eso lo iba a entrevistar. Se autodenominaba "el gurú" y le mandaba saludos a "toda la plana mayor" de la Isapre que encargó el estudio, con nombres y todo (como si yo los conociera). Con claros rasgos narcicistas, despreciaba la opinión de sus colegas y hacía puras bromas pasadas a humor negro. Pero dentro de todo, se notaba que se preocupaba de los pacientes, al punto de tener miles de cajas de muestras médicas pa regalar y cobrar menos que sus colegas por una consulta particular.

9. El viejito jubilado, pero aún activo: De esos que son médicos hasta que se mueren. Jubiló en Canadá, pero sigue ejerciendo en Chile, desde hace poco. Con tanta vocación, que le hice una pregunta médica y hasta me examinó. Gracias a él descubrí que tengo "fragilidad de los vasos capilares", y por fin supe la causa de mis extraños moretones (llamados "equimosis" en jerga médica) que aparecían sin motivo ni explicación aparente. Porque mi pololo no es un potencial femicida. Es celoso, pero jamás me pegaría ni me gritaría "Andai puro maraqueando!!!"

10. El neurocirujano interesante: No sé si es porque era el más joven, tenía una cabellera larga y salvaje (como Antonio Banderas en "Desperado"), era el más buena onda o con voz más agradable (pese a que él consideraba que tenía "voz de tarro"). Cuando lo vi, me pregunté, por primera y única vez, como será andar, salir, comerse o pololear con un médico.

Porque se supone que son más inteligentes que el "shileno medio", ganan harta plata, generalmente leen mucho, conocen el mundo (gracias a sus becas, Seminarios, Congresos y todo lo demás), salvan vidas y gozan de un estatus bastante elevado, te pueden atender gratis o te recomiendan un colega y puedes conocer más médicos gracias a ellos, etc. Además neurocirugía me parece una especialidad interesante y compleja, ya el nombre es como importante y rimbombante. Sólo con que me sanara de mis jaquecas esporádicas, sería feliz.