Hoy estuve en el funeral de un colega y ex compañero de Universidad, de sólo 27 años.
Para los cientos de personas que estuvimos con él (física o espiritualmente) fue una extraña mezcla de incredulidad, pena, rabia y alegría.
Incredulidad porque la noticia nos llegó de un momento a otro, porque hasta el sábado en la madrugada él estaba como siempre, disfrutando la vida, rodeado de sus amigos y entregando alegría.
Pena porque no contaremos más con su presencia terrenal (porque en espirítu y recuerdos vivirá siempre en cada uno de los que tuvimos la fortuna de haberlo conocido).
Rabia porque no es justo que Dios se lleve a una persona como él, de una manera tan inesperada, y dejando a muchos familiares, amigos, colegas y compañeros de trabajo sumidos en un dolor profundo.
Pero a la vez alegría de comprobar que pasó por la vida de tantas personas, que lo quisimos y lo queremos mucho, porque siempre fue humilde, generoso, sencillo, alegre y preocupado por las personas, tanto de sus amigos como aquellos que lo conocieron en su trabajo o estudios.
Carlitos: Simplemente gracias por darnos la oportunidad de conocerte, de compartir contigo, de disfrutar de tus bromas, de tu eterna capacidad de hacer reír y reflexionar, de tu capacidad de unir a las personas, de tu búsqueda y lucha incansable por mejorar la vida de quienes te rodean.
Como olvidar tantas anécdotas, paseos y carretes compartidos. Cómo olvidar esos años en que fuiste delegado de deportes de la Escuela y entregaste lo mejor de ti, en cada uno de los partidos de fútbol, básquetbol, etc. Al punto de entrar a la cancha si era necesario, o de hacer el grito de la Escuela, porque nadie más se atrevía ...
Como olvidar que siempre estuviste dispuesto a dar un consejo, compartir una experiencia, o facilitar lo que fuera necesario, ante nuestro temor por las primeras prácticas, la tesis y varios trabajos de algunos ramos. Siempre explicando con tu paciencia y esa confianza que hacías sentir. Incluso quienes no éramos tus amigos, sólo conocidos o cercanos, sabíamos que podíamos contar con tu ayuda, para lo que fuera.
Para todos fuiste Carlitos, para tu familia "Pollito" ... para mí eras "Plumoncito", sólo tú sabes y sabrás por qué lo digo ...
Te extrañaré demasiado!!! Y aunque nunca te lo dije, siempre te tuve mucho cariño, por ser una persona transparente y generosa, y por tu infinita capacidad de entregar amor y alegría a quienes te rodean.
Quiero pedirte un favor ... ya que estás allá arriba, haciéndole bromas a Dios y saltando en el tablón del Cielo, alentando a Wanderers, ¿podrías darle un abrazo de mi parte a todos los que ya se fueron? A mi papá, a mi madrina, a mi abuelita y a mi tío Lucho ... sé que lo harás.
Para ti, una canción de Calamaro, llamada "Los chicos", que me hace mucho sentido cada vez que la escucho pensando en ti ...
Para los cientos de personas que estuvimos con él (física o espiritualmente) fue una extraña mezcla de incredulidad, pena, rabia y alegría.
Incredulidad porque la noticia nos llegó de un momento a otro, porque hasta el sábado en la madrugada él estaba como siempre, disfrutando la vida, rodeado de sus amigos y entregando alegría.
Pena porque no contaremos más con su presencia terrenal (porque en espirítu y recuerdos vivirá siempre en cada uno de los que tuvimos la fortuna de haberlo conocido).
Rabia porque no es justo que Dios se lleve a una persona como él, de una manera tan inesperada, y dejando a muchos familiares, amigos, colegas y compañeros de trabajo sumidos en un dolor profundo.
Pero a la vez alegría de comprobar que pasó por la vida de tantas personas, que lo quisimos y lo queremos mucho, porque siempre fue humilde, generoso, sencillo, alegre y preocupado por las personas, tanto de sus amigos como aquellos que lo conocieron en su trabajo o estudios.
Carlitos: Simplemente gracias por darnos la oportunidad de conocerte, de compartir contigo, de disfrutar de tus bromas, de tu eterna capacidad de hacer reír y reflexionar, de tu capacidad de unir a las personas, de tu búsqueda y lucha incansable por mejorar la vida de quienes te rodean.
Como olvidar tantas anécdotas, paseos y carretes compartidos. Cómo olvidar esos años en que fuiste delegado de deportes de la Escuela y entregaste lo mejor de ti, en cada uno de los partidos de fútbol, básquetbol, etc. Al punto de entrar a la cancha si era necesario, o de hacer el grito de la Escuela, porque nadie más se atrevía ...
Como olvidar que siempre estuviste dispuesto a dar un consejo, compartir una experiencia, o facilitar lo que fuera necesario, ante nuestro temor por las primeras prácticas, la tesis y varios trabajos de algunos ramos. Siempre explicando con tu paciencia y esa confianza que hacías sentir. Incluso quienes no éramos tus amigos, sólo conocidos o cercanos, sabíamos que podíamos contar con tu ayuda, para lo que fuera.
Para todos fuiste Carlitos, para tu familia "Pollito" ... para mí eras "Plumoncito", sólo tú sabes y sabrás por qué lo digo ...
Te extrañaré demasiado!!! Y aunque nunca te lo dije, siempre te tuve mucho cariño, por ser una persona transparente y generosa, y por tu infinita capacidad de entregar amor y alegría a quienes te rodean.
Quiero pedirte un favor ... ya que estás allá arriba, haciéndole bromas a Dios y saltando en el tablón del Cielo, alentando a Wanderers, ¿podrías darle un abrazo de mi parte a todos los que ya se fueron? A mi papá, a mi madrina, a mi abuelita y a mi tío Lucho ... sé que lo harás.
Para ti, una canción de Calamaro, llamada "Los chicos", que me hace mucho sentido cada vez que la escucho pensando en ti ...
"Si te toca ir arriba antes que yo,
porque existe la vida eterna,
lleva de parte mía un cucumelo,
por si no llovía en el cielo,
y de parte de los 22,
se lo das al chico cuartetero,
y dale un abrazo muy largo,
a mis amigos que se fueron primero
También lleva algunas canciones de nosotros,
Que van a causar gran posteridad
Supongo que habrá una ciudad entera
y me sirve de consuelo si me esperas allá.
Muchos amigos se fueron antes que yo,
y me dejaron solo,
por eso si en invierno hace frío,
también bajo al infierno un poco,
al infierno un poco.
supongo que nadie se va del todo,
espero que exista algún lugar,
donde los chicos escuchen mis canciones,
aunque no los escuche opinar.
Toma una lista de mis amigos ,
quiero convencerlos que vuelvan conmigo,
si no, van a esperar mucho, y hace mucho
que los quiero ver.
Por eso si en invierno hace frío,
también bajo al infierno un poco.
Toma una lista de mis amigos ,
quiero convencerlos que vuelvan conmigo,
si no, voy a esperar mucho, y hace mucho
que los quiero ver"
porque existe la vida eterna,
lleva de parte mía un cucumelo,
por si no llovía en el cielo,
y de parte de los 22,
se lo das al chico cuartetero,
y dale un abrazo muy largo,
a mis amigos que se fueron primero
También lleva algunas canciones de nosotros,
Que van a causar gran posteridad
Supongo que habrá una ciudad entera
y me sirve de consuelo si me esperas allá.
Muchos amigos se fueron antes que yo,
y me dejaron solo,
por eso si en invierno hace frío,
también bajo al infierno un poco,
al infierno un poco.
supongo que nadie se va del todo,
espero que exista algún lugar,
donde los chicos escuchen mis canciones,
aunque no los escuche opinar.
Toma una lista de mis amigos ,
quiero convencerlos que vuelvan conmigo,
si no, van a esperar mucho, y hace mucho
que los quiero ver.
Por eso si en invierno hace frío,
también bajo al infierno un poco.
Toma una lista de mis amigos ,
quiero convencerlos que vuelvan conmigo,
si no, voy a esperar mucho, y hace mucho
que los quiero ver"