lunes, 10 de septiembre de 2007

Aventuras de una porteña en “la capitale” (2ª parte)

En primer lugar, 2 cosas:

1. Agradecimientos miles a mi "colaborador anónimo", compañero de aventuras santiaguinas y mucho más; por las vivencias, datos y recuerdos aportados. Ya encontraré alguna manera de retribuirle ... quizás este fin de semana en Horcón, jajaja. Pal que le interese, el próximo domingo 16 esta "humilde servidora del blog" cumplirá 25 años.

2. Aunque sigo siendo ilustrada, ya no soy completamente "cesante". Desde el viernes pasado estoy inserta en una consultora, trabajando en un proyecto por 7 meses. Pa variar es pura pega de terreno. Ahora estoy conociendo Placilla Oriente, en condiciones un poco extremas (jornadas de 8 horas seguidas, con visitas domiciliarias entre quebradas y calles de tierra, almorzando como a las 7 de la tarde y todo eso). Pero estoy feliz, sobre todo con mi dupla (una ing. agrónoma) y el equipo de la consultora. El trabajo es media jornada, así que soy "media cesante" o "media trabajadora", dependiendo del
negativismo u optimismo con que se mire la situación.

Después de este paréntesis, continuaré con mi relato.

Para Ud. que
se enfrenta por primera vez a la situación de estar trabajando en otra región, especialmente en Santiago, nunca están de más algunos datos útiles, que a más de alguien le pueden servir para que no "pague el noviciado" como esta ex pobre niña ingenua e inocente, no cometa los mismos errores, y si los comete no diga que no se lo advertí antes:

Usted no lo haga en Santiago:

1. Comprar cerveza producida especialmente para un local, de esas con marca propia. Desista de ser innovador y cómprese la misma chela o el mismo copete que se tomaría en cualquier parte. No quiero funar al local, pero la chela era tan asquerosa e intomable, (y eso que estábamos bien curados con mi partner) que parecía remedio, jajaja ... y lo peor es que costaba luca la botella chica!!! Sólo les diré que “es hecha en una destilería del Valle del Maipo y existe en dos versiones: Amber Ale (dark) con 5.2 grados de alcohol, y Pale Ale (wave) de 5.0 grados”

2. Encargar churrasco italiano u otro tipo de sándwich a domicilio, para tomar once, y esperar 1 hora y media que llegue el tipo en moto a dejárselo. Lo peor es que nunca llegó ... Y eso que llamamos para preguntar por la demora y nos dicen (como a la hora después de hecho el pedido) “que iban en camino”. Y cuando desistimos, volvimos a llamar y nos responden “no, si el repartidor fue, pero no había nadie en la dirección” ... ese día estábamos 6 personas en el depto!!! Eso es nadie??? Tampoco quiero dar nombres, pero el local es de Recoleta y tiene unas ofertas 2 X 1.

3. Si va a un “sucucho” de Plaza Baquedano a rematar el carrete, con su nunca bien ponderado pero necesario “shop chico”, y aparece un tipo con guitarra pidiendo autorización de los presentes para cantar (con manager incluido), jamás acepte y exija que dejen la radio encendida. El “artista” resultó ser un cantautor chanta que sólo interpretaba sus canciones que nadie conocía, y si le pedías algo no te pescaba o te decía algo así como “gracias mijito, te llamamos”, pa seguir tocando sus historias incomprendidas.

4. Si lo invitan a un evento gratuito, como Silvestre (grupo del ex baterista de Pettinellis) en el Parque Arauco, por el Sanfic 3: asegúrese que los pasteles que usted acompaña tengan las invitaciones que se requieren, o que por lo menos están bien informados. De lo contrario andará un día festivo - post carrete tóxico - dándose vueltas por un centro comercial, con frío, hambre, caña, sueño y con la llovizna cayendo por su cara, buscando un evento al que jamás podrá entrar, por no saber que pedían invitación.

5. Si lo invitan a un depto. a degustar unas ricas pizzas y combinados de ron, y en el calor de la conversación le da por hablar de música: no se le ocurra (por nada del mundo) transmitir hasta el cansancio de temas, discos, biografía, videos, tocatas, anécdotas y demases de Los Tres con puros fanáticos incondicionales, estando presente una mina que los odia. Se arriesga a ser testigo de una transformación por parte de la fémina, puede empezar con salir al balcón “a fumarse un cigarro”, bostezar, demostrar aburrimiento y terminar ofendiendo agresivamente a cada uno. Y yo que pensé que los temas polémicos o de mal gusto eran política y fútbol ...

6. Si los “primos políticos” con los que compartió tantos días lo invitan a carretear a un local antes de su regreso, no se le ocurra:

- Pedir completos en el local porque quedó picado con el churrasco que nunca llevó el dichoso repartidor a domicilio. Los que pedimos tenían de esa palta falsa o “sucedáneo de palta”, ese que viene en bolsa y tiene gusto a zapallo. Según los presentes, efectivamente lo hacen de zapallo ... pero ¿y el color?.

- Tomar hartos vasos de Brahma Porter, poner temas en el wurlitzer chanta, hacer cosas que después no recuerda y, para colmo, terminar comprando 2 latas de Escudo a $700 cada una en una pizzería de la Alameda, para después con suerte tomarse una. Eso fue demasiado piturriento, pocilgoso y angustiado de chela.

Pronto (para cerrar esta trilogía)... "Aprendizajes"



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anoche celebramos el cumpleaños de uno de esos primos políticos. Definitivamente nada resultó como se esperaba y terminamos volviendo al departamento con una promo de ron.

Ojalá pasen luego las horas para llegar a ORKON. Tengo ganas de respirar aire puro y estar contigo mucho, mucho rato.

Besos

pOLoLo

Anónimo dijo...

La chela era de la BLONDIE. Decir que "era mala" es alabarla, porque realmente era IN-TO-MA-BLE... y eso que uno es de esos curados que podría tomarse el agua del florero si le dan cuerda...

Besos

pOLolo