miércoles, 5 de septiembre de 2007

Aventuras de una porteña en “la capitale”, en plena época del Transantiago.

Prometí que apenas pudiera retomaría mi blog, y aquí estoy cumpliendo. Si escribiera un relato cronológico de mis historias capitalinas, terminaría nunca, porque fue un mes demasiado intenso y la capacidad de síntesis no es mi fuerte.

Así que pensé en dividir mis experiencias en 3 aspectos y enumerar lo más destacable. El primero es referido a Cosas que hice por primera vez y jamás pensé que haría ...

No lo hago ni por “quebrarme” (como pensó una amiga) ni por lucirme. Es sólo por dejar un registro de este mes, ya que la memoria es frágil. Y yo creo que más de alguien se va a identificar con esto de irse solo por primera vez a otra ciudad, a trabajar en lo primero que le ofrecieron.

1. Cuando me ofrecieron hacer unas entrevistas en profundidad en colegios de la IV Región, en ciudades que ni conozco, con traslado, alojamiento y alimentación que debían ser totalmente gestionadas por mí, no la pensé dos veces y acepté. Y lo más lejos que había llegado sola antes era a Santiago, y me iban a buscar al Metro ... Ni se me ocurrió que quizás ya en el terminal ni sabría pa donde ir ni como iba a ubicar las direcciones de los colegios designados, menos donde iba a dormir ... iba a puro “aperrar” no más.

2. Al final me quedé trabajando en Santiago, y nuevamente, puro aperrando, llegué a comunas que no ubicaba ni por jugar a La Gran Capital, como Conchalí, Quilicura, San Bernardo, San Ramón y La Florida (y que jamás pensé que andaría metida allá). Todo gracias a Mapcity, el mapa con las estaciones de Metro y todas las personas que, amablemente, me indicaron formas de llegar a cada lugar, paraderos, combinaciones, calles, colegios y un largo etcétera. Notable la gente que me iba a dejar a las puertas de los colegios “para que no me perdiera” ... todo porque les contaba que era de Valparaíso y andaba con la tremenda mochila. De algo que me sirva ser actriz frustrada ... aludiendo a la empatía del público y la “solidaridad del shileno medio”.

3. Soportar y sobrevivir con honores (casi con distinción máxima) el Transantiasco, incluso en horarios punta, con filas enormes de gente esperando con cara de resignación que pasara la micro y que se detuviera (pa que decir esperar irse sentados, porque eso es milagro), con un suicidio en la Estación Los Héroes, dejando pasar 5 trenes antes de poder tomar algo que tuviera 30 centímetros de piso disponible (o por lo menos que alcanzara a pararme con mis zapatos Nº 38), en vagones carentes de oxígeno y a mil grados Celsius ... pensar que antes me desmayaba de puro ver aglomeraciones de gente.

4. Compartir un departamento con 6 hombres. Claro que la cosa no era “full convivencia”, sólo los ves un rato en la noche o en la mañana, ya que todos trabajan. Además 2 están sólo de lunes a miércoles (se nota harto cuando están, por los carretes y las risas infinitas), uno ni se ve (yo ya pensaba que su existencia era otro mito o leyenda chilena, tipo El Caleuche, La Pincoya o algo así) y otro a veces llega con ganas de conversar, o no pesca a nadie y se encierra en su pieza. Sólo compartí más con 2: uno que está todos los días, incluso fines de semana (es igual de bueno para conversar y hablar incoherencias que yo, por lo que hubo química al 2º día) y la otra persona es demasiado especial para mí. Con él compartí pieza, cama, almuerzos, onces, carretes, cariños, besos, conversaciones, risas, complicidad, apoyo, compañía y un largo etcétera.

5. Convertirme en una verdadera geisha, del tipo “sí mi amor, te espero con el agua hervida pa tomar once y te caliento la comida”. Además de hacerle la cama, el aseo en la pieza y las compras en el supermercado ... lo más divertido es que me gustó el rol, yo que era la mina más independiente y feminista ... ahí me quedó el discurso!!! Llegué al extremo de gastar 2 pasajes de Metro diarios sólo para almorzar con él. Estoy como pa comercial de productos de limpieza o franja comercial onda “sí a la familia, sí a la vida, soy tan feliz con mi marido y mis hijos”. Pero la geisha sólo era desde las 21:30 hrs. a las 09:30 A.M. El resto del tiempo seguía siendo la misma yegua hiperventilada, así que aún no me pierden!!!

6. Reconciliarme con Santiago. Odié esa ciudad casi toda mi vida, y ahora lo pasé demasiado bien en ella y hasta dejé lazos afectivos allá. Pero no cambio el aire puro, las micros desocupadas, las calles enanas, las cercanías entre un lugar y otro, la comida barata y el mar de Valpo. Hasta terminé llorando toda una mañana porque no me quería venir ... tan venezolana yo para mis cosas, conchalevale Licenciado!!!

7. Ver los 2 últimos capítulos de “The Sopranos” sin jamás haber visto la serie antes. Lo mismo me pasó con el final de “Alguien te mira” ... todo por andar de visita. No me podía tapar los ojos.

8. Ir a la Blondie a celebrar el cumpleaños de Madonna, reclamar toda la tarde por los precios del copete, y una vez en el evento, gastarse 10 lucas (además de la plata de la entrada) en puro copete. Notable la animación de Arianda y el look de “Heather” (es mi ídola, definitivamente), el desfile con los trajes de cada uno de los videos (hechos por Ricardo Oyarzún) y las coreografías de los travestis. La “mina” de blanco en patines la lleva!!! Si soy yegua al natural, ese día me contagié y me potencié mil veces más. También hay que destacar la pista de Brit Pop con su mini especial de Blur. Se me caía la baba con Damon Albarn.

9. Reírme hasta la inconciencia con tallas tan ñoñas como:

- Los Tres cantados al estilo Illapu, con una botella de ron como charango

- Cierto personaje que vive en Diagonal Paraguay (gracias por todo el aguante!!!) bailando y cantando como Elvis (como un homenaje por el aniversario de su muerte)

- Una adaptación libre del tema “Restorán” de Los Tres, titulada “Restobar” y que decía más o menos así: “Restobar, papitas y tragos. Restobar, copetes caros. Restobar, música fome. Restobar, sillones shentemen” ... Son harto jugosos los periodistas de medios escritos!!!

- Ciertos personajes contaban que llamaron a un restorán de comida china con reparto a domicilio, a ciertas horas no muy adecuadas y en cierto estado (re tarde y curados), y le preguntan al chino si podían encargar algo, a lo que les respondía “ta celao, ta celao”. Y ellos insistían “pero se puede ir para allá a comer algo?”, “sí, pero ahora ta celao” ... y webearon toda la noche al pobre chino, le pasó por “won” por contestarles poh!!!

- Es que nadie puede preguntar: “Te molesta que coma mientras fumai?” ... Pucha, ya los extraño, “mis primos políticos”. Adóptenme o contrátenme de nana por último, jajaja.

10. Bailar cueca porteña en el Liguria de Manuel Montt, a un centímetro de Titae Lindl, Ángel Parra, Álvaro Henríquez y los viejos ídolos del Cinzano. Y fuimos la única pareja que se atrevió. Fue en el lanzamiento del disco y DVD “Otra noche en el Cinzano”, que tenía puro público ABC1, como el Rumpy y Francisco Pérez Bannen ... y nosotros que fuimos a puro mirar y nos fuimos a tomar a otro lado después ... mussshhhoooo derrosshhhe el Liguria.

11. Andar “de turista” por el Centro Cultural La Moneda y la galería Eurocentro, y pasar por el lado de Felipe Harboe (Subsecretario del Interior).

12. Dormir tantas noches (antes de casarme, jajaja) con alguien que no era mi mamá ni mi gata.

13. Esperar 1 hora en el metro de la U. de Chile (Grande Bulla!!!) a cierto amigo pa ver el partido de Audax con Colo Colo. Sólo por tomarme unas chelas y conversar con él. Lo peor es que me regaló un alfajor y le perdoné el atraso altiro, jajaja.

14. Andar en un mall cuico un día festivo (en vez de descansar) y encontrarnos con Álvaro López (el mino de los Bunkers) y Millaray Viera, vitrineando en una tienda. Y nadie los pescaba!!! Éramos los únicos pegados mirándolos ... ahí se nos notó lo marginales y poco acostumbrados al glamour farandulero.

15. Transcribir 5 entrevistas (de 25 a 40 minutos de duración app.) de corrido y acostarme recién a las 9 de la mañana ... todo por que la linda estuvo casi 2 días más de los que correspondía en Santiago. Pero no me arrepiento, valió la pena el sacrificio y cada hora extra que me quedé es impagable e incomparable.

16. Enamorarme hasta las patas de alguien, incluso de sus defectos, mañas, frases y tallas repetidas. Ahora sé que no me quiero separar más de él ... ¿no ven que ya voy a cumplir 25, edad suficiente para tomar este tipo de decisiones? Creo que hubo un antes y un después de Stgo en esta relación ... “me asusta, pero me gusta”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también extraño que estés aquí. No sólo por la compañía, sino porque esperar toda la semana para vernos un ratito "elfinde" da pena.

Ojalá vuelvas luego, para generar nuevas y sabrosas anécdotas... siempre y cuando te parezca "pertinente".

Te amo mucho

pOLoLo

PD: si me acuerdo de más cosas te aviso...

Andrea Salamara dijo...

primita
que lindo lo q escribirte
lo que es yo escribo puras weas medias hiladas
disculpa por no devolverte los pinchazos toy media apreta del presupuesto.
que bkn estar en la capital lo malo es que acogota buskndo un metro cuadrado mas de espacio.
yo aca en talca weando este ultimo semestre como alumna si paso tosdos los ramos pal prox sere memorista solamente, ahora toy el proyecto de memoria
ojala too resulte
ya mi primita lenda espero que estes super
besotes

Unknown dijo...

Me parecio genial tu post. Espontaneo, ameno, solo vivencias.
Muy ameno.

Tienes ese "que se yo" de periodista.

Que estes bien.