viernes, 12 de octubre de 2007

La intolerancia

Hasta hace poco pensaba que era bastante tolerante. En general, no tengo problemas en aceptar diferencias étnicas, religiosas, políticas, sexuales y culturales, y me jacto de no juzgar las decisiones o comportamientos ajenos.

Pero ahora me he dado cuenta que hay ciertas actitudes o rasgos que me molestan de la gente cada vez que soy testigo de ellas. No sé si será el cambio de edad o que ahora que trabajo veo estos hechos más seguido.

De partida, si hay algo que no soporto es el cinismo y la hipocresía. Esa típica actitud del tipo que saluda con un "Hola mi niña, ¿cómo está?"(hasta con cara de amabilidad) y apenas esa persona se va hace todo tipo de comentarios negativos, como "A esta mina la tengo atravesada, me cae tan mal y ella tampoco me pasa".

O esa gente que te encuentra todo bueno y después anda pelando o haciendo comentarios hacia quien no corresponde. O que se hacen los choros, y apenas aparece el jefe le hacen la pata.

Como me gusta ser consecuente, soy de esas personas que no calla lo que piensa, sea positivo, o negativo (siempre aportando alguna sugerencia para que las cosas mejoren), y tengo la buena suerte que mis jefes tienen buena aceptación de las críticas. Hasta ahora mis compañeros de trabajo tampoco me han dicho que les moleste. Yo creo que hay formas para decir las cosas a quien corresponde, de alguna manera que no resulte incómodo. Aunque supongo que en algún momento tanta honestidad para decir las cosas me va a traer problemas, pero para eso hay que observar primero a quien piensas dirigir tus opiniones, y después elegir la mejor estrategia (que a veces puede ser quedarte callada si crees que va a ser peor que hables).

Como he dicho antes, prefiero una verdad incómoda que una mentira agradable. Y las críticas o sugerencias siempre son bienvenidas si te sirven para ir mejorando cada día, en todo tipo de ámbitos.

Otra actitud que me molesta en demasía es la clásica necesidad del "shileno medio" de andar aparentando lo que no es, porque vive pendiente de lo que opinen los demás. Esa obsesión por aparentar que se tiene más plata, a punta de endeudamientos varios, (y gastando la plata que no tienen en autos, ropa, electrodomésticos, cable, nana y otras cosas que de verdad no necesitan) el falsear los datos de tu dirección (me tiene chata la gente de Chilquinta, de Esval y los pacos que andan buscando gente de la población del lado, que no quiere reconocer que vive en un edificio más barato e inferior en infraestructura y entorno), el inventar vacaciones en lugares que nunca han conocido, el inventarse una vida social pa que no los encuentren fomes, los weones que inventan que se han comido o han andado con minas pa que los encuentren más interesantes y así un largo etcétera.

Pa que hablar de las minas que se hacen las cartuchas y "no hablan de ciertos temas" (pero apenas las dejan de mirar, siguen con su "doble vida") ... prefiero pasar por care´raja que hacerme la señorita, si no lo soy. Yo creo que es hora de hacernos un buen psicoanálisis como país, y que nos asumamos de una vez.

Otra cosa que no entiendo es la manía de la gente de andar clasificando a las demás personas. Yo pienso que lo hacen porque buscan seguridad en sus prejuicios y estereotipos. Juzgan a los demás sin darse la oportunidad de conocerlos, por su simple apariencia o primeras impresiones; o te encasillan de acuerdo a la música que escuchas, las series que te gustan, la ropa que usas, las películas que ves, tu corte de pelo, los locales que frecuentas, el lugar donde vives, si lees o no (y lo que lees), lo que haces en tu tiempo libre, etc.

Incluso no entiendo esa necesidad de insistir en que los diferentes estilos no se pueden mezclar. Por ejemplo, ¿hay algún problema en que escuche rock latino, electro pop, grunge, salsa, música cebolla, trip hop, brit pop, Inti Illimani, Pink Floyd y cualquier canción que escuche en la radio y simplemente me guste? Considerando que puedo disfrutar de todo lo anterior con las mismas ganas y devoción. ¿Cuál es la idea de pensar que si elegí una opción no puedo tomar las otras, disfrutar y apreciar todo en su diversidad? No creo que eso signifique problemas de identidad. Incluso encuentro medio adolescente esa frase "Ay, ¿cómo te puede gustar eso?"

Lo que desde chica me ha dado risa, es el tema de la ropa o del pelo.
Me explico:
1. Si andas con traje 2 piezas, eres secretaria o vendes seguros.
2. Si te pones ropa manchada o suelta, eres hippie.
3. Si usas lentes, eres intelectual.
4. Si andas con ropa deportiva, estudiaste Educación Física.
5. Si te pones ropa negra o de encaje, eres gótica.
Antes me pasaba que me gustaba usar ropa oscura y ajustada y "era punk" jajaja
6. Si te cortas el pelo con chasquilla, te vistes medio colorinche y te gustan los dibujos animados, eres pokemona ... no soy pokemona, ya? ¿Hasta cuándo?
¿Y si quiero jugar y "disfrazarme" todos los días, porque me dieron ganas no más?

Y pa terminar con mi descarga, reconozco que es una manía, pero no entiendo que personas que han estudiado 12 años en el colegio y 5 (mínimo) en la Universidad, escriban con faltas de ortografía. Menos si estudiaron carreras humanistas, donde se supone que leyeron toneladas de fotocopias de textos densos. ¿O es que acaso la gente no se fija en lo que lee? ¿O la culpa será del corrector ortográfico de Word que te hace la pega?

Asociado a lo anterior, también me carga esa gente que se queda estancada y no le interesa aprender nada más aparte de lo que ya saben. O se quedan enfrascadas en lo que estudiaron o no les atrae la idea de superarse, de pura flojera o porque se cierran a ciertas cosas ¿Por qué no expanden su horizonte? No sé si seré yo la mal enfocada, pero para mí la vida no vale la pena si no aprendes algo nuevo cada día o no vas superando diferentes obstáculos, por pequeños o enormes que sean.

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